Culpa: motivo o causa de un daño o perjuicio para otros.
Revisando mi historia personal dentro de las dimensiones de la Mente Cuántica. Me doy cuenta como fui desarrollando a través de mis interacciones con mi familia: padre/madre/hermanos. Un personaje culpable.
Puedo identificar dentro de mi mente tres momentos claves a partir de los 9 años donde la culpa se incrustó dentro de mi para incorporar otros personajes como el sentirme disminuida, defectuosa, no merecedora, incompetente, ridícula. Así como la idea de estar haciendo siempre algo mal, y con ello autocontenerme por miedo al ridículo para después sentirme culpable.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido crear, darle forma y vida a mi personaje culpable, junto con todo su séquito de expresiones en lo fisíco como: el miedo al ridículo, la rigidez corporal, la autocontensión de mi expresión propia en lo fisíco, por miedo de estar haciendo algo mal, inadecuado, penado. Y con ello sentirme disminuida, no merecedora, etc.
Cuando y como me vea a mi misma aceptado y permitiéndome a mi misma refugiarme en el personaje culpable que teme ser la expresión viva desde lo fisíco. Me detengo y respiro. Pues entiendo/veo/comprendo de que este personaje no es real, lo cree a la luz del diseño de mi Mente, para ser poseída por él. Sin darme cuenta de que yo no soy este personaje, lo cree simplemente.
Me comprometo a mi misma a darme vida desde la existencia física y dejar ir a todos mis personajes construidos a partir de las dimensiones cuánticas en un momento de mi vida donde nunca cuestione lo que adoptaba desde la mente
Describiré estos tres eventos que puedo identificar con claridad.
1) Mi hermana mayor estaba con su novio, yo hice un comentario aludiendo a que mi hermana no había estado en casa durante el día. Mi hermana me echo unos ojos de querer comerme. En ese momento yo no entendí qué le había ofendido. Después que el novio se fuera. Me acuso con mi mamá de que yo podría haberle causado un conflicto con su novio al decir que ella no había estado. No entendí porque había que fingir o mentir. Pero la culpa fue masiva.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido crear energía a través de la culpa de estar haciendo algo mal en perjuicio o daño de un tercero. Sin darme cuenta de que acepte y permití sin cuestionarme a mi misma el porqué debía creerle a mi hermana de que había algo en mi intrínsecamente malvado que buscaba siempre hacerle daño a los demás. Cuando en realidad estaba expresándome a mi misma sin una doble intención.
Cuando y como me vea a mi misma creyendo lo que otros opinan de mi en términos de hacerme sentir culpable cuando me expreso una e igual con la vida y con ello alterar su propio orden mental. Me detengo y respiro. Pues entiendo/comprendo/veo de que no puedo hacer míos los juicios que otros tengan sobre de mi y con ello sentirme culpable.
Me comprometo a mi misma a ser una e igual con la vida en mi expresión propia, a expresarme con honestidad conmigo misma, para nunca más permitir que mi personaje culpable tome la delantera, y con ello auto-censurarme, en mi propia expresión de vida.
2) A la muerte de mi padre. Tiempo antes era el día de los padres. Yo había pensado regalarle algo me imaginaba comprándole algo auque no tenía dinero. Entonces yo estaba enojada con él porque siempre que que estabamos a la mesa comiendo, él aprovechaba para hacerme bromas pesadas o ponerme apodos estando borracho. Así que la culpa fue doble: a su muerte yo no había hecho las paces con él y no había podido regalarle algo. La culpa fue atrapada dentro de mi.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido nutrirme con la culpa a partir de la deuda que cree dentro de mi Mente con respecto a los pendientes que deje en relación a mi padre y que no podía saldarlos ya después de muerto. Pues entiendo de que las deuda que contraje fue conmigo misma al almacenar rencor dentro de mi en contra de mi padre y de que esto se manifestó como una deuda, pues en su momento no pude perdonarlo.
En y cuando me vea a mi misma, sintiéndome culpable por las deudas pendientes que voy dejando en el camino en mi interacción diaria con otros seres. Me detengo y respiro. Pues entiendo que las deudas las contraigo conmigo misma cuando soy dirigida por la mente y no soy capaz de detenerme y dirigirme a mi misma desde/como y en lo fisíco.
Me comprometo a mi misma a no dejar deudas pendientes conmigo mismo almacenando dentro de mi fricción/conflicto al no ser capaz de detenerme y respirar al momento para dejar ir todas las emociones/pensamientos/sentimientos y con ello perdonarme y seguir adelante en el presente, en el Aquí. Para no crearme la idea y con ello la culpa de no hacer lo mejor para todos por igual en el momento a momento, respiro a respiro.
3) Estaba con una de mis hermanas mayores, y en el radio sonaba la canción de una artista que me gustaba, me empece a emocionar con la canción y empecé a cantar y a bailar. Mi hermana me reprimió con sus palabras criticándome por emocionarme Ante lo cual yo pare en seco sintiéndome ridícula y culpable. Sintiendo miedo de haber echo algo malo, tonto, a algo a lo que no era capaz de acceder como la expresión viva. Lo cual en una dimensión de mi mente se tradujo como auto-represión dentro de mi misma.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido ser dirigida por los comentarios que otros hagan sobre mi cuando me expreso desde/como y en lo fisíco, al cantar o bailar por miedo al ridículo, y con ello sentirme culpable por mi propia expresión física.
Cuando y como me vea a mi misma siendo dirigida por las palabras de otros sobre mi propia expresión física Me detengo y respiro. Pues entiendo de que al sentirme observada, se despierta en mi el personaje culpable que teme estar haciendo algo malo, inadecuado, ridículo.
Me comprometo a mi misma a dirigirme a mi misma desde lo fisíco. Sin tener miedo de estar haciendo algo incomodo/malo/inadecuado ante los ojos de los demás y con ello auto-censurarme, auto-reprimirme, manifestando rigidez en mi cuerpo fisíco y contención de mi propia expresión dentro/como y en lo fisíco.
3 comentarios:
Gracias María.
Gracias María.
de nada Silvia
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