Este post es continuación del 148, 147, 146, 145, y 144, donde camine previamente las dimensiones; de las conversaciones internas, los sentimientos/emociones, imaginación pensamientos y la dimensión del miedo de mi personaje esperanzado en un futuro feliz.
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Dimensión de las reacciones físicas
La reacción física cuando me encuentro sumergida en el personaje esperanzado en busca de la felicidad, en base a memorias, pensamientos, miedos, conversaciones internas, imaginación, sentimientos y emociones, se expresan en y como mi cuerpo físico como "un subidon de energía", como un droga que me mantiene adicta a todas estas dimensiones dentro de la polaridad positiva.
Y dentro de la polaridad negativa el miedo a la soledad y a la vejez se expresa dentro de la reacción física como contracción del cuerpo sobre todo la espalda que se encorva hacia adelante, suprimiendo el miedo a la perdida de la juventud, a la soledad, a la muerte en última instancia, al deterioro que viene con la edad.
Los hombros se tensan automáticamente como un mecanismo de defensa y protección.
Problema
Me perdono a mi misma por haber permitido y aceptado no darme cuenta de que todas las dimensiones de la Mente que se activan todas juntas para remitirme a un paraíso personal de felicidad como recompensa de la vida, es un mundo que solo existe dentro y como mi Mente, pero que no es real. Si embargo al participar y permitirme ser definida a mi misma "el yo soy dentro de mi Mente", subyugo a mi cuerpo físico lo cual requiere una gran cantidad de sustancia de vida de mi cuerpo físico que reacciona como una descarga eléctrica que me hace sentir "bien" por un momento, en un estado de placer.
En esto me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido reaccionar físicamente de manera adictiva como si de una droga se tratara a ese estado artificial de bienestar, sabiendo que en el momento siguiente caeré en el miedo a la perdida como la polaridad negativa de la Mente dentro de mi personaje esperanzado para pasar inmediatamente a la polaridad contraria del personaje des-esperanzado, al convertirme a mi misma en la soledad de la Mente en separación de mi misma. Sin darme cuenta de que cualquiera de las dos polaridades son irreales.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido reaccionar físicamente como respuesta automática a las diferentes dimensiones de la Mente dentro del miedo a la soledad, a la vejez y al deterioro. Contrayendo y tensando mis hombros como mecanismo de defensa y protección.
Me perdono a mi misma por haber permitido y aceptado reaccionar físicamente como mecanismo de protección al abandono y a la perdida, encorvando la espalda, protegiendo mi pecho de la desesperanza.
En esto me perdono a mi misma por haber permitido y aceptado proteger mi pecho de la desesperanza, encorvando la espalda y echando los hombros hacia adelante.
Solución
En y cuando me vea a mi misma reaccionando físicamente como un subidon de energía cuando estoy poseída por mi personaje esperanzado. Me detengo y respiro. Y me establezco a mi misma como "el yo soy" dirigiéndome a mi misma en el momento presente para actuar como una e igual para lo que es mejor para toda la vida.
Cuando y como me encuentre reaccionando automáticamente en lo físico contrayendo tensando mis hombros como mecanismo de defensa de mi personaje desesperanzado. Me detengo y respiro. soltando en cada respiro la tensión en mis hombros y cuello y muevo mis brazos hacia adelante y atrás para asistirlos con movimiento y respiro.
Cuando y como me permita a mi misma encorvar la espalda como un mecanismo de protección de mi personaje esperanzado cuando se ve amenazado en sus sueños de opio. Me detengo y respiro. Abro el pecho y me establezco a mi misma dentro de esta realidad física.
Recompensa
Me comprometo a mi misma a regresarme a mi misma a la realidad física cuando ande en busca de un "subidón" de energía con cada respiro.
Me comprometo a mi misma a tener mas contacto con mi cuerpo físico moviendolo en diferentes formas para asistirlo y darme masaje en los hombros para relajarlos.
Me comprometo a mi misma a enderezar mi espalda con cada respiro y abrir el pecho, entendiendo que no tengo nada que defender ni que proteger, porque me acepto como quien yo soy en esta realidad física en honestidad conmigo misma.
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