Me doy cuenta de que en la era de la información los niños cada vez más pequeños están siendo reprogramados a partir de una realidad virtual alejados cada vez más de la vida real. La vida esta dentro del juego y los personajes cobran vida como los tutores supliendo en el juego de la vida a los mismos padres.
Me doy cuenta de que los adultos nos volvemos complacientes con los niños para ser complacientes con nosotros mismos y mantenerlos ocupados y alejados de nosotros mismos para que no den lata y no nos distraigan de nuestras propias mentes.
Mentes pequeñas que serán de adultos? alejados de lo que es real, del bien común para permanecer autocentrados en si mismos aprendiendo el interés propio a costa de lo que esta aquí como la vida real.
jugar-ganar-obtener un beneficio (placebo), introyectando dentro de su pequeña mente el personaje ganador, impositivo, sin darse cuenta de su entorno en aras del placer del juego que proporciona enormes ganancias a sus diseñadores y vendedores a partir de su propia mente.
La infiltración sutil de la mente a partir de los videojuegos es de tal magnitud que todo aquello que tiene que ver con la vida real por ejemplo regar una planta, jugar con otros niños, salir a caminar, hablar, ser parte de la comunidad que trabaja en comunidad y para el bien de todos, suena simple y aburrido ya para los niños.
Los niños cada vez mas se aburren más de la vida, necesitan la droga del juego. La nueva droga, en un mundo de droga y adicción emocional en formas cada vez más sofisticadas.
Me perdono a mi misma por haber permitido y aceptado fomentar la competencia y la adicción a la mente de los niños a partir de los video-juegos
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido crear separación con el mundo interno de los niños al mantenerlos ocupados y centrados en si mismos comprándoles y fomentandoles el consumo de los video juegos desde edades muy tempranas porque para mi es cómodo mantenerlos silenciosos, ocupados y ensimismados, para que yo pueda seguir jugando con mi propia mente sin el estorbo de su energía y demanda de atención, sin darme cuenta y habiendo permitido la suplantación de la real realidad por la realidad virtual.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta que mi comodidad al mantener a los niños ocupados y preocupados por ganar en un juego virtual, creará los intolerantes a la frustración del futuro, los egoístas/los narcisistas que poblaran el mundo del futuro.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta que la relación real de padre/madre e hijos bajo el sentido común y el bien de todos por igual, en la simplicidad de la vida real, en el aquí haciendo todos su mejor parte para el bien de todos queda anulada, por la separación que constituye en que cada uno quede inmerso dentro de su mente jugando sus juegos virtuales.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta que la comodidad de hoy manteniendo a los niños ensimismados con juegos tecnológicos, será la incomodidad del futuro al enfrentarse con la creación de nuestra propia permisión y aceptación al crear niños/adolescentes disociados de la realidad, autocomplacientes y egoístas.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no entender, no comprender, no ver que la comunicación cara a cara con los niños, el ser ejemplo vivo de lo niños, nos convierte en padres complacientes que luchan/ trabajan y se esfuerzan para que sus niños sean consumidores perfectos, amoldados a una sociedad consumista y depredadora, sin explicarles las consecuencias y la responsabilidad que tiene para la vida aquí en este momento.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta de que mis propias frustraciones y mis propia ideas de "no tener" y haber sido un consumidor perfecto en mi pasado debido a la pobreza de mi familia, me exculpa para complacer todos los caprichos consumistas de mi hijo/hija, sin darme cuenta que esta actitud complaciente no hace sino más que deformar la inocencia de los niños conviertiendolos en egocentricos empedernidos alejados poco a poco y de manera sistemática de la vida real y de la responsabilidad de estar en este mundo dentro de lo físico haciendo lo mejor para el mundo del futuro.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta de que como padre complaciente que accede a todos los caprichos consumistas de mi hijo estoy creando el abusador del futuro que no reparará en nadie más para vincularse como uno e igual con todas las personas, con tal de satisfacer sus propios deseos.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta que la autocomplacencia de hoy será el abuso del mañana.
Cuando me de cuenta/comprenda/vea/perciba que estoy junto a un niño-máquina me detengo y respiro, para re-educar de la mejor manera a cualquier niño que tenga dentro de mi entorno con mi respiro, mi propia inocencia, mi propio sentido común para comunicarme de la mejor manera con él/ella.
Me comprometo a mi misma a darme cuenta de que estamos creando niños enfrascados dentro de la mente desde muy pequeños y el robo de la inocencia se disfraza de inocencia para arrebatarnos de nuestro propio mundo aquí ya ahora y que ese tiempo alejados separados cada quien con sus video juegos mentales y virtuales es irrempasable.
Me comprometo a mi misma a estar cerca de los niños cuando estén aferrados/drogados/ensimismados con sus video juegos para traerlos de nuevo aquí a lo que es real siendo/convirtiéndome en el ejemplo vivo, en el cuerpo físico siempre dispuesta a jugar desde lo físico.
Me comprometo a mi misma a hacerme consciente a mi misma que no es inocente el tiempo perdido en que los niños juegan grandes cantidades de tiempo en la manipulación de botones, imágenes, introyectando las imágenes y los juegos competitivos que se adherirán a su mente infantil sin distinguir lo que es real de lo que no.
Me comprometo a mi misma a darme cuenta/comprender/ver que la escalada de niños asesinos dentro de este mundo real tiene parte de sus orígenes en que los niños se sienten dentro de un video juego sin distinguir lo real de lo no real o mental.
Me comprometo a mi misma a poner más atención/asistir/proteger a los niños, oírlos, atenderlos y hablarles con la verdad simple e inocente y no robarles su inocencia distrayenlos para mi `propia complacencia y tranquilidad y paz, lanzandolos a las fauces aparentemente inocentes de los video juegos diseñados para crear mentes infantiles propensas al consumo, al hedonismo, a la autocomplacencia, al egoísmo y a la destrucción de lo que es verdaderamente real.
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