Me doy cuenta de que tan apegados somos con las personas con las cuales hemos tenido una relación. Cómo la separación física de dos personas vinculadas emocionalmente crea caos mental, confusión y miedo a la pérdida. Miedo de qué? a perder el status de sentirse dueño/a de otra persona, miedo a perder el confort y la seguridad de lo que creíamos tener presa entre las manos. Pero sobre todo miedo a no ser, dejar de existir sin el otro. ¿Pero miedo de qué o de quién? miedo del ego como mente ha dejar de existir sin su creación basada en el interés propio, miedo basado en el autorreflejo de si mismos que el otro nos proporciona como sustento y aliento que rebobina una y otra vez el sistema de conciencia mental. Para hacernos sentir vivos/interesantes/importantes/necesitados/admirados ante los ojos ajenos, alejándonos de nosotros mismos y en separación de uno y otro, será por eso que las parejas se agotan a si mismas?, será por eso que "sufren el dolor de la pérdida?, será que por eso que buscamos afanosamente la mirada ajena? ¿para convalidarnos y definirnos a nosotros mismos a partir de otro?. ¿Cuál es el origen del miedo/sufrimiento a la pérdida? tememos perdernos a nosotros mismos pues nunca nos hemos establecido aquí como la vida, plenamente responsables por nosotros mismos como la vida en contacto con la Tierra. En cambio, las tierras ilusorias de la mente son más seductoras, sus aguas parecen invitarnos al edén, pero pronto el cielo se convierte en el infierno, en el calvario de los enamorados, cuando uno de ellos ha decidido terminar la relación, para seguramente continuar otra, un sustituto perfecto para seguirse recreando como la mente bajo el manto de la personalidad/ego, que requiere de la admiración/ la necesidad /la aceptación/la idolatría/ de los ojos del otro/a. El amor se vuelve una droga que se tiene que estar suministrando permanente y continuamente para continuar y perpetuar el abuso en todas sus formas, para seguir alimentando a la serpiente del ego que necesita del reconocimiento ajeno para existir.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido danzar ciegamente con las sombras en el espejo, creadas a través del auto-interés de mi ego, para reflejarme a través de otro/a para saber quien soy yo como la mente, abdicando en deshonestidad conmigo mismo de mi mismo como lo que soy en lo real. Cuando me vea a mi mismo danzando con las sombras en el espejo para que me reflejen a mi misma como la mente manifestada como el ego que requiere y necesita avidamente del reconocimiento ajeno ciclo tras ciclo. Me detengo y respiro. Comprendo, entiendo que la necesidad del otro/a es la necesidad del ego de ser reconocido a través de la mirada íntima de alguién más, escogido/a como pareja sentimental, sin yo misma ser capaz de reconocer al otro/a como uno e igual con migo mismo en lo real como real a partir de lo real, lo cual esta basado en el interés personal de ser único y especial, y cuando ese/esa otro ya no esta más para danzar en el espejo, me siento perdido de mi mismo, sin encontrarme a mi mismo en los laberintos de la mente de lo que he permitido y aceptado que sea lo esencial en mi vida. Todo al revés!, dado que he sido incapaz de hacerme responsable de mi mismo con integridad, cordura y honestidad conmigo mismo, creando los monstruos en mi mente, manifestados en la realidad como sufrimiento/desolación/angustia/desesperación/depresión, etc. porque he abdicado de mi mismo, porque he renunciado a mi mismo y porque no he encontrado mis propios brazos en el camino para abrazarme a mi mismo como yo mismo. Me comprometo a mi misma a encontrarme de nuevo en cada vuelta del camino que he enredado al perderme de mi mismo como yo mismo. De tal forma entonces me comprometo a mi misma a no parar hasta encontrarme a mi misma sin la necesidad de crear sombras en el espejo que me reflejen como el ego, pues entiendo y comprendo que el ser real no se encuentra en el espejo, sino en lo real como lo físico que se tiene así mismo para no perderse en el camino y encontrarse a si mismo siendo uno e igual con la vida Aquí.
Me perdono a mi misma por querer enredarme a mi misma buscando aceptación ajena donde mi ego esta primero que la vida, y en donde estaría dispuesta a dar la vida en aras de mi propio interés como el ego en lugar de pararme en honestidad conmigo misma encontrándome y abrazándome en aceptación propia incondicionalmente conmigo misma. Cuando me vea a mi misma queriéndome enredar en los ju-egos amorosos y deshonestos de mi misma como yo misma. Me detengo y respiro. Entiendo de que no es necesario jugar más ju-egos de los que ya esta plagado este mundo, sino lo que es necesario y vital es establecerme a mi misma en cada vuelta del camino como yo misma en unicidad e igualdad conmigo misma en lo real, para continuar la travesía de mi propio camino que en si mismo no tiene apegos/deseos/necesidades como el ego sino como la vida en la real realidad.
Yo respiro, me detengo, respiro y camino y sigo respirando la vida en lo físico.
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