jueves, 13 de septiembre de 2012

Día 91 Mi personae " No puedo parar"

Me doy cuenta de que mi personaje adictivo se encuentra incorporado a mi piel y cuerpo físico, expresandose en un "no puedo parar" de buscar experiencias positivas a través de la adicción a sentir.

En este sentido mi adicción al cigarro a vuelto porque así lo he permitido y aceptado desde hace un mes aprox. 

¿Que detona a este mi personaje a la adicción corporal? la percepción de sentir placer, todo lo cual se ha formado en base a memorias, que trata de eludir,  el cansancio físico, la  presión del medio ambiente cuando percibo que tengo que estar mucho tiempo enfocada en una tarea, o tratando de sentirse bien en compañía de la gente, la necesidad mental de obtener placer de un momento, de satisfacer a mi mente que quiere sentirse bien, etc., y entonces solo basta un descuido, un empezar para no "poder parar" de buscar satisfacción física que en realidad es mental, pues es en la mente donde se encuentran los puntos del placer para mantener entretenida a la mente.

Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido darle espacio a mi personaje adictivo en un momento, sabiendo que querrá ensancharse hasta no "poder parar. En cuanto me vea a mi misma dándole espacio a mi personaje adictivo. Me detengo y respiro. Me doy cuenta que basta ceder una vez para no poder parar, pues permito ser controlada por la mente en el vaivén de las situaciones placenteras, sabiendo de antemano que esta permisión únicamente daña a mi cuerpo físico en aras de una experiencia mental traducida por mi mente como placentera. Me comprometo a mi misma a detectar la menor señal que me envié mi mente de querer buscar energías positivas fuera de mi, y en ese momento respirar y parar la inercia de ir en pos de estas energías. 

Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido andar en pos de experiencias positivas/placenteras sabiendo de antemano que esas experiencias solo existen en mi mente como memorias/parásitos que me impulsan a  tener experiencias positivas a costa de la salud de mi cuerpo físico. En cuanto me vea a mi misma aceptando ser dirigida por mi mente para ir en pos de experiencias positivas fuera de mi. Me detengo y respiro. Pues me doy cuenta de que no me he parado por la vida aún deteniendo mi propensión a cazar energías positivas fuera de mi, sin darme cuenta de que apenas inicie no podré parar pues es el habito de mi mente a revitalizar memorias dentro de mi cerebro. Me comprometo a mi misa a no olvidarme de respirar cada vez que inicie mi búsqueda por sentirme aliviada de la presión de mi ambiente físico pues en realidad no existe dicha presión sino solo en mi mente en forma de imágenes, que se activan con cada movimiento energético. 

Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no pararme a tiempo para darme cuenta que las experiencia positivas son espejismos que se incrustan en mi cuerpo físico para dirigirme como la mente y no como el cuerpo físico que existe, que es real y que esta aquí con cada respiro. Cuando me vea a mi misma cediendo a las memorias de mi cerebro como mi mente. Me paro y respiro. Me doy cuenta de que no hay ninguna necesidad física de ir en pos de energía positiva, y que no es necesario que atienda a las peticiones de mi mente si soy capaz de pararme por la vida y respirar sabiendo que soy yo en lo físico lo único real, y que satisfacer los deseos no responde sino a memorias que pugnan por activarse al menor descuido de mi mente.  Me comprometo a mi misma a parar la adicción a sentir placer pues es solo una memoria activada al ser permisiva conmigo misma para sentirme "bien". Y en su lugar respirar, respirar y respirar hasta que la necesidad mental se esfume. 


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