miércoles, 13 de junio de 2012

Día 37 Niños trabajadores

Infancia esclavizada

Es frecuente ver en esta ciudad niños que trabajan en los puestos de comida ayudando a sus familias, vendiendo chicles en el metro, o pidiendo limosna. He visto niños muy pequeños en la noche de apenas dos, tres, cuatro años de edad aprox. descalzos, suplicantes por una moneda, acostumbrados a pedir, a rogar, desvelados, mal comidos. Pero todavía peor son los  niños obreros de la construcción que con apenas 5 o 10 años de edad trabajan "duro" jornadas largas haciendo ladrillos miles de ladrillos para poder subsistir día tras día ellos y su familia. El capitalismo a pesar de su avance en la ciencia, los negocios, la tecnología, la ciencia del engaño y la mercadotecnia, sigue produciendo obreros niños/mujeres/hombres. Ya Marx lo relata en el Capital desde finales del siglo XVIII, se descubrió la explotación perfecta: la de los niños, trabajando jornadas extenuantes, envejeciendo prematuramente, desnutridos, enfermos, en ambientes insanos dentro de la fábrica, durmiendo y comiendo ahí mismo para no parar el proceso de producción, mientras el gran vampiro succionando su sangre vital, y este fenómeno aunque velado en la actualidad sigue dándose en todos los países del mundo de una u otra manera.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir mantener en un a sociedad de clases donde aquellas familias más pobres se ven obligadas a lanzar a las fauces del monstruo capitalista a sus hijos  desde muy pequeños para que ayuden con los gastos de la casa y dado que los recursos siempre son escasos, los niños se ven obligados a regresar una y otra vez al sistema de explotación que les ha negado la vida, el disfrute, su infancia, su inocencia. 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir que aún en esta época del capitalismo, siga habiendo niños trabajadores que dejan la mitad de sus vidas en las industrias que no pagan impuestos, seguros, servicios, y obtienen a cambio grandes ganancias a costa de succionar la vida de miles de niños a los cuales se les ha negado el derecho de ir a la escuela, tener buena alimentación, vestido, calzado, etc.

Me perdono a mi misma por no aceptar y no permitir creer desde mi posición de clase media que la explotació infantil en innumerables formas es irreal y que no existe, únicamente porque en mi entorno existen niños que pueden ir a buenas escuelas, ser potenciales consumidores de grandes marcas de juguetes, estar a la vanguardia de los juguetes tecnológicos, vestir y calzar dignamente y porque sus padres son capaces de empeñar hasta sus almas para complacerlos y mantenerlos controlados, comprándoles todo lo que se les antoja.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir vivir en un mundo de desigualdad donde los seres humanos se han separado de si mismos segregandose unos a otros, principalmente a causa de  cuánto dinero se tenga y se ostente para mostrar la superioridad frente a los demas seres humanos, y en ello los niños siempre pagan un precio ya sea por tener dinero o no tener, dado que sus padres compraran sus caprichos dañando sus almas, sustituyendo el amor con dinero y al crecer estos niños haran lo mismo que aprendieron perpetuando la segregación y discriminación entre seres humanos, y arrastrando al abismo los hombres7mujeres que cuando fueron niños no tuvieron los mismos privilegios, causando y perpetuado con ello el odio entre unos y otros..

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir despreciar a los niños vagabundos, los que vivem y duermen en las calles porque estan sucios, huelen mal, pueden tener malas mañas, son estupidos debido a su falta de cuidados, educación, de atención y de comida, y que se drogan para vivir en un mundo más placentero que la sociedad les ha negado, que sus padres les han negado arrojándolos por medio de la violencia que genera la pobreza a las calles desamparados.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir creer que con una limosna acallaré mi conciencia por lo que he permitido y aceptado en este mundo que crea monstruos hilachos de vida que no florece debido a la pobreza a la miseria que niega toda vida.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir no crear ni fomentar  ninguna clase de responsabilidad de mi parte para con los niños que menos tienen, y fomentar la conciencia social que no admita/permita/abuse de la condición de los niños, y darles sustento, educación y bienestar a estos niños aunque no sean de mi familia directa pero que son mis iguales por los cuales debería hacer lo mismo en igualdad y unicidad de circuntancias.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir que en pleno siglo XXI existan todavía niños sujetos a la pobreza, desnutrición, falta de educación, sujetos a la explotación, al tráfico de blancas, niñas vendidas para el placer sexual de pederastas y gente común y corriente cuyos vicios son ocultos. 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir que estos mismos niños que viven en la calle perpetúen a si mismos la miseria trayendo más niños productos de la violación, de la promiscuidad, de la irresponsabilidad pues nunca tuvieron el ejemplo de ningún padre que los protegiera/cuidara/vigilara su desarrollo y bienestar. 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir no considerar a la vida al esclavizar y condenar a los niños a la pobreza negandoles con ello los derechos inalienables de los que todo ser humano debería tener derecho desde el nacimiento,  en igualdad de circunstancias.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir que la división de clases afecta más a los niños, que son ellos los más vulnerables, la cadena mas débil que se rompe y decanta en prostitución, drogadicción, insatisfacción y rencor social con un mundo que les ha negado los derechos más elementales que cualquier ser humano tiene derecho a gozar para desarrolalrse plenamente en este mundo, y que esto al pasar de los años se revierta a ese mundo que les negó lo más elemental en muertes/asesinatos/violencia en todas sus expresiones. .

Me comprometo a mi misma a considerar y luchar porque todos los niños y niñas del el mundo vivan en igualdad de circunstancias desde el nacimiento apoyando y dando un voto por el sistema igualitario de dinero. 

Me comprometo a mi misma a dar un voto al sistema igualitario de dinero donde cada uno tenga el derecho de tener las condicones objetivas para desarrollarse como un ser humano normal y con ello honrar la vida. 

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