sábado, 23 de junio de 2012

Día 44 La desconexión de la realidad de mi Madre

Mi madre tiene cerca de 10 años que decidió desconectarse de la realidad inmediata, lo cual no quiere decir que ya no reconozca a sus hijos o que no pueda ver por si misma sus necesidades básicas aunque tiene 80 años ya. Sino que vive el día a día como una especie de juego donde diversos retazos de la realidad (presente y pasada) se trasponen unos a otros como piezas de un rompecabezas que se acomodan indistintamente en tiempo y espacio. Aunque la constante es siempre estar preocupada "por algo" no importa qué.

Alguna vez leí algo de Bernard Poolman que hablaba del Alzheimer como una especie de abuso de la energía dentro de sí mismo y como si los fusibles se quemaran por tanta descarga de energía (lol).

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir fugarme a mi mundo interno por miedo a enfrentar la realidad.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir delegar en mis hijos la responsabilidad de enfrentarse al mundo desde muy jóvenes cuando murió mi marido porque yo simplemente estaba aterrada con la idea de tener que enfrentarme al mundo de afuera pues siempre estuve ubicada en mi mundo interior pensando que mi único objetivo en la vida era tener hijos y cuidar de la casa y servir a mi marido como una buena esposa, aunque de una manera subrepticia le hacía saber mi enojo/rencor/resentimiento por lo que considere venganza pues cuando me junte con él yo había estado enamorada de otro el cual me traicionó y siempre me sentí profundamente herida por esto.

Me perdono a mi misma por no aceptar y no permitir darme cuenta que el mundo y la realidad que había creado a mi alrededor era mucho más dura de lo que había creado dentro de mi mente.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir sentirme culpable y con remordimientos cuando mi esposo murió de un infarto al corazón estando en el baño cuando poco antes él me había pedido ayudarlo a rasurarse pues tenía días de no hacerlo, días en que se emborrachaba dentro de la casa y yo me negué a hacerlo por resentimiento y enojo contra él, y él simplemente expiro de un momento a otro, y mi mundo se viene abajo en un tris. 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir negarme a mi misma y haber tenido un respiro de vida para realizarme a mi misma años después de que mi marido murió,  cuando supe que dos de mis hijos eran drogadictos y entonces renuncie de nuevo a mi misma por la culpa que sentía dentro de mi por "descuidarlos" cuando en realidad lo único que hice fue tener hijos de manera inconsciente porque de acuerdo a mi cultura eso no se cuestionaba solo se seguía el patrón de toda la vida, diseñado para mi.


Me perdono a mi misma por aceptar y permitir refugiarme dentro de mis miedos por que en el fondo la vida que llevé no era lo que yo quería para mi pero no supe como salirme de la banda que me llevaba a un destino que solo permití que se desplegará sin hacerme responsable de mi propia conducción.


Me perdono a mi misma por aceptar y permitir permanecer internamente enojada dentro de mi por la vida que había diseñado sin tomar parte consciente de ella, y así me castigaba duramente con trabajos/quehaceres domésticos sin descansar  día y noche como una esclava doméstica para liberar el coraje que sentía contra mi misma por la vida que forme llena de de hijos y de un marido que en fondo de mi no amaba, pues solo aprendí a estar ahí como la madre/esposa que solo cumple y ya.


Me perdono a mi misma por aceptar y permitir obligarme siempre a estar preocupada como una forma de justificar mi estancia en la tierra bajo el diseño de madre abnegada y no descansar día y noche por la preocupación por mis hijos y su bienestar, pero sobre todo por que mi mundo de haber hecho lo mejor para ellos se derrumbó en un momento al saber que andaban en malos pasos.


Me perdono a mi misma por crear paulatinamente y a través del tiempo un espacio/refugio dentro de mi misma para fugarme de la realidad que percibía tan intimidante cuando me di cuenta que yo había existido simplemente para servir a los demás sin nunca haberme experimentado como un ser independiente que se vale por si mismo. 


Me perdono a mi misma por aceptar y permitir castigarme a mi misma evadiéndome de mi misma y fugándome a un rincón de mi mente para no enfrentar las consecuencias de la realidad que manifesté al estar enojada con la vida, mi esposo y mis hijos por negarme a mi misma y tener miedo de vivir la vida en independencia como yo misma, y en cambio dedique todos los años de mi vida a servir a alguien, a "granjearme" (palabra muy de mi madre que en su lenguaje significa: acción de ganarse el sustento siendo útil o sirviendo a alguien). 


Me perdono a mi misma por aceptar y permitir desde mi mas tierna infancia a ganarme el sustento siendo util/diligente/obediente primero a las ordenes de mi madre cuyo carácter rayaba en la crueldad pues ella misma así fue criada, así que desarrollé una programación dentro de mi a manera de barrera que me permitiría "sobrevivir" a los castigos de mi propia madre iracunda y que sería el hilo conductor de mi sobrevevivencia  a lo largo de toda mi vida,  "docil/diligente/trabajadora pero enojada dentro de mi, que actúa  como una máquina programada para hacer el aseo/la comida/cuidar de los niños/ir por el mandado, etc. y después servirle a mis hijos/hijas mayores/casados, perpetuando con ello la negación de mi misma y reafirmando mi miedo a a enfrentarme a la vida como yo misma. 


Me perdono a mi misma por aceptar y permitir no haberme hecho nunca responsable de mi misma y apartarme de la realidad para no enfrentar este hecho hasta el día de hoy que soy prácticamente una anciana que ha desconectado sus hilos sutiles de lo que pueda causarme sufrimiento/culpa/miedo/remordimiento por los hijos "que se echaron a perder" y nunca pude rescatarlos de la muerte en vida. 


Me comprometo a mi misma a aceptarme como lo que soy un ser en esta Tierra con el mismo derecho a vivir su propia vida fuera del diseño pre-programado y darme vida a partir de mi desde dentro de mi como yo aquí.


Me comprometo a mi misma a respirar profundamente la vida que no viví por mantenerme dentro del programa de la preocupación pensando que estar preocupada era la única forma de expresarme a mi misma cuando fue esta misma preocupación por justificarme como madre abnegada la que me llevó a la sobrecarga energética que mato a mis neuronas y permitió desconectarme de la realidad aún cuando me importaba vivir mas que nada. 


Me comprometo a mi misma a perdonarme a mi misma por todo el abuso que cometí contra misma al negarme a mi misma y dañar mis circuitos neuronales para encontrar un refugio dentro de mi mente que me alejara del miedo de vivir y enfrentar las consecuencias que manifesté en mi vida y en la de mis hijos, por no tener el valor de pararme dentro de mi en cada respiro. 

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