lunes, 20 de agosto de 2012

Día 81 Personaje que solloza a solas


Cuando tenía cerca de seis años, en una recamara dormíamos mis papas y mis hermanas, en la cama grande mi padre y madre, en las literas abajo dos de mis hermanas y arriba yo y otra hermana. Solía estar despierta en la noche oyendo ruidos extraños en la cama de mis padres, en mi mente de niña era mi padre quien lastimaba a mi madre  de alguna manera y entonces todas las noches sollozaba en silencio, día tras día por esta causa referida,  o simplemente  por que sí pues sentía cierto placer oculto en sollozar por algo indefinido y etéreo aparentemente sin razón alguna.

Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido sentir culpa por oír ruidos extraños incomprensibles para mi a los seis años de edad en la cama de mis padres y exprimir mi culpa por algo indefinido con sollozos silentes y nocturnos.

Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido empezar a ser mi mente de manera mas definida a partir de esta edad y pasar largas horas en la noche sollozando por algo indefinido pero que resonaba como algo parecido a la culpa por existir, sin saber porqué.

Me perdono a mi misma por haber permitido y aceptado empezar a perfilar mi personalidad melancólica a partir de un anhelo indefinido/inalcanzable/indescriptible y solazarme por las noches sollozando, desahogando un pesar indefinido que me corroía quedamente convirtiendome así en presa de un sistema de conciencia mental que empezaba a definirse dentro de mi como parte de mi personalidad/ego y perfilando mi personaje melancólico y etéreo despegado de la tierra.

Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido a un  nivel subconsciente sentir que yo debía pagar el pecado de mis padres sollozando y redimirme a mi misma y a ellos por algo indefinido  que intuía a un nivel inconsciente. 

Me comprometo a mi misma a develarme a mi misma como  es qué configure el personaje melancólico durante mi adolescencia a partir de la memoria que tenía de mi misma sollozando por algo indefinido/indescriptible y etéreo. 

Me comprometo a mi misma a desmantelar todos aquellas capas de memorias a partir de las cuales he ido conformando mi propio sistema de conciencia mental y su séquito de personajes para pararme a mi misma por la vida desde la vida misma y no a partir de la mente que se complace en crear emociones, sentimientos y pensamientos desde nuestra más tierna infancia, cuando algo del mundo físico se vuelve incomprensible, indescifrable, indescriptible, etéreo, vago e indefinido por que no se tiene la experiencia/el conocimiento y la información que los niños captan del mundo físico y se vuelven receptores de las emociones de los adultos construyendo ellos mismos sus propios parámetros mentales a partir de estas emociones.

Me comprometo a mi misma a mostrarles a los niños/niñas con los que conviva que el mundo físico es real pero no así los pensamientos/emociones y sentimientos que se prefiguran a partir de su propia percepción de este mundo como parte de sus personalidades en construcción.



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