- Tendría 6 o 7 años, caminaba de mi casa a la escuela primaria con mi vecinita/amiguita B. de mi misma edad, creó que estábamos en el mismo salón, con nuestros uniformes, entonces un par de chicas adolescentes de 13 o 14 años, se detuvieron y se dirigieron a nosotras como "Ahy que bonitas niñas tan chiquititas, en que año van? les dijimos que en cuarto y dijeron: "están muy chiquitas de estatura (chaparritas)". Yo me quede con un sentimiento de inferioridad por mi baja estatura que me ha durado mucho tiempo.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido definirme a mi misma en términos de mi estatura física como inferior a las demás personas.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido dejar entrar/alimentar a mi sistema de conciencia social con la emoción de la inferioridad, medida por mi estatura física.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido adoptar para mi misma la frase que oí de estas chicas al referirse a mi amiga y a mi como "chiquititas" permitiendo y aceptando hacerme creer que yo debía ser más alta para mi edad o el año que cursaba.
Me perdono a mi misma por hacer aceptado y permitido crear un sentimiento de inferioridad a partir de lo que oí sobre mi de otras personas cuya interpretación adopte como cierta.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido definirme a mi misma por una expresión volcada hacia mi misma y que acepte y permití como cierta.
Me comprometo a mi misma a no definirme a mi misma a partir de las palabras/expresiones/juicios sobre el aspecto físico de una persona clasificándola como inferior o superior, pues es claro que a la estructura física de una persona no la define en estos términos, sino la presencia viva que cada ser como parte de esta existencia real tiene derecho a ocupar en igualdad y unicidad.
Me comprometo a mi misma a mostrarme a mi misma que la presencia física de una persona no la define su cuerpo físico sino su propia existencia en esta real realidad como UNO e IGUAL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario