domingo, 20 de mayo de 2012

Dìa 19 Trabajar para "vivir"

Desde que tenía 15 años empece a trabajar, mi padre había muerto años atrás, y mis hermanos mayores sostenían la casa, se me dijo que tenía que ponerme a trabajar para contribuir por lo menos para mis propios gastos. Desde entonces nadie me ha mantenido, yo he solventado mi propia existencia.
Uno de mis primeros trabajos fue en una tienda departamental, donde tenía que atender a los clientes que ahí llegaban, abordarlos, convencerlos de comprar, ser amable y concretar la venta, era lo que se me exigía. Se me exigía también ir de falda, medias, tacones, y estar 8 horas parada, con media hora de comida, al salir de la tienda por la puerta de los trabajadores, se nos inspeccionaba para ver si no nos robábamos algo. El trato de los supervisores era despótico, y preferencial hacia las chicas mejor arregladas y con una presencia física atractiva.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir odiar a los supervisores creyéndolos superiores a mi, y ubicándome a mi misma como inferior en el rango del trabajo, por tener que trabajar más y haciendo un trabajo que no me gustaba y que lo sufría

Me perdono a mi misma por sufrir de angustia en este trabajo donde tenía que competir por las ventas, con mis compañeros porque estas eran las reglas de la empresa

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir creer que los clientes que acudían a esta tienda pertenecían a una clase superior y que yo era inferior por ser una simple empleada.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir que este mundo se rija por un sistema de clases donde quienes trabajan son explotados por las grandes compañías extranjeras que ocupan mano de obra barata y joven a la que se le pueden pagar bajos sueldos y explotar y humillar por que no tienen nada que vender más que su fuerza de trabajo

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir seguir las reglas de una empresa en donde para destacar uno tiene que competir con sus compañeros de trabajo por las ventas, ganar a los clientes y sucumbir por ello al estrés que implica no estar al nivel de los demás.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir ser tratada como especial ante los jefes/supervisores por mi imagen física y perpetuar con ello la "prostitución" maquillada en los trabajos respecto al trato que se les da a las mujeres que va mejor arregladas, y cómo estas sacan provecho de la libido de los machos detrás de los trajes de los hombres que también son empleados pero con un rango superior y que les confiere tener un poco de control sobre otros machos y sobre las hembras, todo de manera disfrazada y subrepticia. Y como las hembras compiten con otras hembras para ser tratadas de manera especial y tener prebendas frente a los jefes.

Me comprometo a mi misma a considerar a todos los trabajadores/trabajadoras que trabajan por un salario para vivir al día a día, e invertir la cuarta parte de su vida al servicio de un "patrón desconocido" porque no tienen otra cosa que vender más que su fuerza de trabajo, y saber que ellos/ellas son fuente de riqueza, y no objetos, al servicio de las exigencias por un lado de los patrones y por otro lado de los clientes/consumidores. 

Me comprometo a mi misma a agradecer día a día a las personas  que realizan toda clase de trabajos y a los cuales a veces ni se les mira o se les trata con indiferencia o despotismo como si fueran sirvientes/esclavos, solamente por que existe otra gente con "poder adquisitivo"

Me comprometo a mi misma a ver a todos las persona que realizan un trabajo desde el más humilde hasta el más sofisticado como Uno e Igual conmigo y con todos los seres. Pues hemos llegado a un punto en que todos estamos  al servicio del capital y cada vez más, hay más gente que no tienen otra cosa que vender más que su fuerza de trabajo y su intelecto.


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