martes, 1 de mayo de 2012

DÍA 3 MI ADICCIÓN AL CIGARRO, EL ALCOHOL Y LA MARIHUANA

Tengo realmente poco tiempo en que decidí sin ninguna fricción, ni desestabilizacion emocional de mi parte dejar mi adicción al alcohol  y a la marihuana. Si bien es cierto nunca he sido totalmente dependiente de estas drogas, si las utilizaba de manera ocasional y periódica. Las excusas eran comunes: para "relajarme·, para "interactuar socialmente", para encontrar respuestas a  "problemas" planteados por mi mente, para "fluir" socialmente, para ponerme más comunicativa, reflexiva, para reir y hablar con mayor apertura, para alejar mi vergüenza para comunicarme abiertamente, para brindar, etc. etc. 

Sucedió así nomás un día en que ya no se me antojo el alcohol, fue una vez que estando en mi casa, el día anterior había fumado marihuana con un amigo por la noche, amanecí con un dolor insoportable de cabeza, me compre una cerveza para "contrarrestar" el efecto, pero el efecto fue justamente lo contrario, me sentía fatal, con vértigo, el estomago revuelto y asco, lo que vino después es que decidí acostarme y no tuve tiempo de ir al baño cuando me dieron ganas de vomitar. Así que vomite profusamente en la cama, fue fatal. Mi cuerpo por sí mismo y no mi mente decidió parar. Me asistió también mucho ver un video de Desteni: "Alcohólico social?" (algo así), y donde mencionaba que el alcohol en realidad fortalece el Sistema de Conciencia Mental. Así lo entendí desde mi cuerpo. 
Sin embargo, ha sido más difícil  mi adicción al cigarro, siempre me digo "mentalmente" voy a fumar menos 1. 2, 3 cigarros y cuando veo y pasa un tiempo, fumo hasta 7, 8, 9 cigarros en un día. Mi justificación y autocomplacencia es: para estudiar, para platicar, para iniciar mis tareas del día, cuando platico con un amigo, para mitigar el nerviosismo después de una interacción estresante, interesante, etc. etc. me regodeo en las bocanadas. Y luego viene la culpa, el arrepentimieinto y de nuevo la rendención, "solo uno, nada más mañana, nada más esta cajetilla y ya lo dejo", y sigue el ciclo de pensamientos, sentimientos, emociones, justificaciones y acciones con falta de sentido común.

Yo me perdono a mi misma por aceptar y permitirme utilizar muletillas adictivas para interactuar con la gente, alejándome y separándome de mi misma como yo misma.

Yo me perdono por aceptar y permitirme haber mantenido la creencia que disfruto el cigarro cuando en realidad, me corta la respiración, me mareo y siento en en mi cuerpo malestar

Yo me perdono a mi misma, `por aceptar y permitirme apoyarme en la mente para justificar actos que atentan contra mi cuerpo y estabilidad emocional.

Yo me perdono a misma por aceptar y permitirme fomentar desde mi misma el consumismo de productos que claramente atentan contra la salud de la gente, por dinero.

Yo me perdono a mi misma por aceptar y permitirme basarme en la creencia de que bajo los estímulos del alcohol, las drogas o el cigarro se puede interactuar mejor con "los amigos"

Yo me perdono a mi misma por aceptar y permitir ir en contra del sentido común que es mejor para mi misma y las demás personas, apoyándonos mentalmente unos a otros.

Yo me perdono a mi misma por fomentar en mi misma el consumismo que mantiene en la esclavitud a las personas a través de los vicios que engrosan los bolsillos de las grandes compañías a costa de la salud de las personas

Yo me comprometo a pararme por la vida, respiro a respiro, momento a momento, cada vez que sienta la "necesidad emocional" de apoyarme mentalmente para justificar mis adicciones

Yo me comprometo a mi misma a respirar momento a momento, para saber desde mi cuerpo que no es necesario atentar contra mi cuerpo con cada bocanada de miles de partículas químicas que contiene el cigarro.

Yo me comprometo a mi misma recordarme respirar momento a momento, para traerme Aquí de vuelta como yo misma sin necesidad de estímulos energéticos.

Yo me comprometo a parar el abuso, el consumismo, y pararme en unicidad e igualdad en aquello que es mejor para la vida. 





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