Me perdono a mi misma por aceptar y permitir actuar bajo un impulso que venia de un pensamiento-relámpago creyendo que era lo mejor para todos pero sin consultarlo, lo cual devino en lo contrario en protestas y reclamos de los otros.
Me perdono a mi misma por aceptar y permitir actuar por el impulso de un pensamiento que creí genial cuando se instalo en mi mente en un momento y no me detuve a considerarlo más detenidamente para que realmente redundará en beneficio colectivo.
Me perdono a mi misma por aceptar y permitir actuar sorpresivamente e inusualmente, sorprendiendo a mi vez a los demás para su disgusto lo cual me acarreó críticas y reclamos.
Me perdono a mi misma por aceptar y permitir alterarme porque los demás no comprendieron que mi actuación estaba impulsada para beneficiar de todos, cuando solo alteró el ánimo general.
Me perdono a mi misma por captar y permitir creer que todo lo que hago va a ser bienvenido por los demás cuando realmente el sentido común no prevalece pues me dejo llevar impulsivamente por el primer pensamiento que llega en forma de solución para un problema especifico que se presenta.
Me perdono a mi misma por aceptar y permitir olvidarme de respirar a cada momento y sobre todo cuando me creó con derecho a proteger mi ego y mi valía.
Me perdono a mi misma por aceptar y permitir hacerme creer que hay algo que defender de mi personalidad/ego cuando en realidad es solo una careta a través de la cual pretendo presentarme ante los demás bajo un solo aspecto siendo algo que en esencia no soy pues he comprendido que solo puedo ser la sustancia de vida, el ser que respira con dificultad dentro de mi sofocado, pues nunca le he permitido expresarse a sí mismo como lo que realmente es: la nada.
Me comprometo a mi misma a aceptar y permitir que surja dentro de mi lo que verdaderamente soy: sustancia de vida que respira.
Me comprometo a mi misma a recordarme a mi misma a respirar momento a momento y a aplicar el perdón a mi misma momento a momento para que esa sustancia de vida que soy yo dentro de mi agazapada se exprese por primera vez y por si misma en la simplicidad de la nada, con la corrección de si misma para tender un puente hacia la vida verdadera y real que vive tramo a tramo dentro de mi.
Me comprometo a mi misma a diluir toda posibilidad de seguir siendo una personalidad con mil facetas pero que ninguna de ellas me representa como lo que verdaderamente soy y hago aquí en esta Tierra la simplicidad de la nada expresandose a través de la vida sin ninguna pretensión. .
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