Estaba en segundo año de primaria y tenía una tarea sobre divisiones que no sabia como resolver acudí a mis padres para que me ayudaran a comprender. Estaban juntos tratando de ayudarme afanosamente pero simplemente no pudieron hacerlo (ambos tan solo habían llegado a tercero de primaria), percibí su frustración y sentí tanta pena/lástima por ellos así como por mi misma por que en ese instante cobre plena consciencia que no podría contar con mis padres para la resolución de mis problemas, y si no contaba con ellos no podría contar con nadie más, excepto conmiga misma lo cual era devastador dejándome en un estado de desamparo.
El tiempo me demostró que efectivamente no podría contar con mis padres; ya que mi padre murió siendo yo niña así que ya no estaba más, y mi madre pocas veces estaba presente tomando responsabilidad de la familia en términos reales quedándose ella misma desamparada cuando murió mi padre, delegando esta responsabilidad a mis hermanos mayores que eran de hecho muy jóvenes entre 14 y 19 años. Fugándose ella misma secreta y lentamente a su mente secreta donde no tomaba responsabilidad excepto por los asuntos inmediatos dentro de los confines de la casa y temiendo constantemente debido a su propia inseguridad a enfrentarse al mundo exterior con decisiones, delegándolas a mis hermanos lo cual con los años colapso en Alzheimer o demencia senil.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido crear dentro de mi al personaje desamparado "dejado a la buena de Dios", y la angustia/inseguridad y estrés que esto me producía y que me acompañarían gran parte de mi vida.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido sentir pena/lástima por mis padres ante su incapacidad escolar para ayudarme en un momento importante de mi vida escolar infantil, pues las matemáticas se convirtieron para mi en un lenguaje indescifrable e incomprensible, viéndome a mi misma incapacitada para resolver problemas.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido juzgar a mis padres pues ellos también pasaron por un momento de frustración y angustia por no poder ayudarme.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido sentirme desamparada flotando en la nada y crear el personaje de la inseguridad y del desamparo que no podía contar con nadie para resolver sus problemas, y entrar en angustia por ello.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido crear una personalidad insegura de si misma teniendo detrás al personaje desamparado sin puntos de apoyo, sabiendo que yo soy mi propio apoyo con cada respiro.
Me perdono a mi misma por aceptar y permitir refugiarme en las cámaras secretas de mi mente cada vez que se activaba en mi el personaje desamparado sintiendo lastima por mi misma por no tener puntos de apoyo y verme insegura caminando por la vida a la "buena de Dios".
Ahora me detengo y digo: "Hasta aquí y no más", me comprometo a mi misma a ser mi propio punto de apoyo momento a memento, teniéndome a mi misma para darme seguridad y aliento respiro a respiro, haciendo lo mejor por mi misma y por todo aquello que existe en este mundo.
Me comprometo a mi misma a tenerme cerca yo misma como yo misma dándome dirección a mi misma con cada respiro y ser mi propio punto de apoyo en mi jornada por la vida momento a momento y respiro a respiro.
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